SIRWOLFCuenta la leyenda que cuando la tierra vivía sus primeros días, la luna no existía tal como es ahora, ya que era solo una extensión de tierra en medio del mar con superficie de queso llena de conchas, estrellas de mar y peces fosforescentes atraídos por su fuerza de gravedad, donde los enamorados podían ir en bote, y por medio de una escalera y un pequeño salto podrían llegar a ella, para demostrarse su amor cada noche y contemplar las estrellas a lado de su amada.
En esos tiempos todos los habitantes de la tierra eran como humanos y el primer lobo, el padre lobo, era un hombre apuesto, gallardo, valiente que estaba profundamente enamorado de su amada Victoria, y cada mes conseguía un barco para ir hasta la luna con su amada, expresándole su amor, en el resto del tiempo el lobo y su amada Victoria, salían a caminar cada noche ya sea abrazados o tomados de la mano, pero en cada paso que daban, se podía observar el amor que ellos dos mostraban.
Uno de los tantos días que salían a pasear, el lobo y su amada se encontraron una mujer delgada, con tez color del arroz, ojos separados y una nariz afilada y larga como una zanahoria, que desde la primera vez que vio con la puntilla del ojo al lobo, quedo enamorada de él, más sin embargo ni el lobo, ni su amada Victoria, tenían la mas minina sospecha que esa mujer desconocida que siempre la veían en el camino y se comía con la mira al lobo, era una malvada hechicera llamada Agatha, que utilizaría todos los medios para poder tener el amor del gallardo y apuesto lobo.
Cada noche después de que el lobo dejaba a su amada Victoria en casa, la malvada hechicera entroncaba el camino del lobo, para decirle que lo quería, y que no podría vivir sin él, a lo que el lobo le respondía: -Es usted muy amable, desafortunadamente mi corazón, pertenece a alguien más, pertenece a mi amada Victoria, quien le entrego mi vida y mi alma por el amor que le tengo.
Esta respuesta lleno de furia y celos a la malvada hechiceras, quien con la luz de un rayo desapareció, y el valeroso lobo siguió su camino, más todo la noche quedo pensando en ese extraño suceso.
Una semana después, de la misma manera la hechicera Agatha se presento ante el lobo, para el cortejo, pero esta vez le conjuro sortilegio esclavizador de amor, y el lobo al negarse amarla, cayo inconsciente hasta que su amada Victoria lo despertó con un beso, dicha acción enfureció más a malvada hechicera, quien inmediatamente que se dio cuenta de que Victoria había rescatado al bravío lobo, se de hechizo empezó a diseñar un de sus mejores conjuros.
En su casa la hechicera, conjuro a las más temibles fuerzas del mal, para realizar el hechizo más creativo que había hecho, que consistía en cambiar de apariencia con Victoria, solamente antes los ojos del lobo, es decir, que cuando el lobo estuviera en presencia de su amada Victoria, este viera la silueta y cara de Agatha y cuando estuviera con Agatha viera a su amada Victoria.
Este sortilegio funciono de muy buena manera los primeros días, porque la apariencia exterior engaña a la vista, más la apariencia interna nunca engaña al corazón, y el audaz lobo sentía que su amada Victoria había cambiado, ya que después de ser la mujer más bondadosa y pacífica, se convirtió en una mujer vengativa y de mal carácter, que se ponía a discutir con cualquiera por cualquier cosa, y cuyas acciones entraron en duda el amor que le tenía a victoria, por que el audaz lobo sentía que era otra persona, estas sospechas llevaron al lobo con el sabio del bosques quien le dijo, que aunque una gota es igual que otra, siempre hay diferentes caminos que toman, y los condujo con el oráculo del poblado, este era un duendecillo no más grande de 45 centímetros de un color azulado con una capa roja y un sombrero picudo de color café, quien le dio este consejo: -Deja de guiarte con los ojos y déjale al corazón que realice su propio trabajo, y hasta entonces encontraras a tu amada victoria.
De inmediato puso en práctica el consejo que le dijo el oráculo, cerrando los ojos dijo en un susurro expresó: -Llévenme hasta los pies de mi amor verdadero, mi dulce amada Victoria, y de pronto se encontraba en la boca de una cueva donde Agatha había escondido a Victoria con la forma de ella, y no pudiese echar a perder su plan, una vez que llego ahí, y cuando vio a la mujer en la cueva, el audaz lobo se siento triste porque el pidió ver a su verdadero amor, su Amada Victoria, en cambio había sido llevado donde Agatha, al verlo Victoria corrió a sus brazo, mas él se hizo a un lado porque veía la silueta de Agatha y no la de Victoria, a lo que él, le dijo: -¿Por qué osas abrazarme si ya te dije que mi único amor es Victoria?, y dime ¿Qué le has hecho a mi dulce Victoria?
Esta pregunta llenaron de dudas a Victoria quien le dijo: ¿Qué no me vez? Soy victoria, la extraña mujer que vemos cada vez que salimos de paseo me rapto y me encarcelo en esta cueva, a lo que el lobo la interrumpió y le dijo: -¡Mientes!, dime ¿Qué le has hecho a mi dulce Victoria?
Y antes que el lobo terminara de hablar, victoria le robo un beso, y así puso fin al sortilegio, ya que después del beso, el lobo veía otra vez a Victoria y no Agatha.
Esto le origino más coraje a la malvada hechicera, quien desapareció por semanas de la vida de los dos enamorados, con la única razón de buscar la manera definitiva de separarlos.
Al fin llego otro mes, el valeroso lobo y su amada Victoria le tocaba ir a su paseo por la luna, como siempre he igual que todos las veces anteriores, el lobo rento un barquito con una escalera para llegas a la luna.
El día de la excursión llegó y lobo coloco a su amada Victoria dentro del bote después lo abordo él, y así remaron por 10 minutos, tiempo que se deleitaron con besos y te amos, hasta llegar a luna, mas de repente en la orilla del puerto apareció Agatha, la malvada hechiceras que traía entre manos, el plan perfecto para separar a esta parece de enamorados.
Cuando al fin llego el lobo y su amada Victoria a la superficie de la luna, el lobo se paro en el bote y coloco la escalera, para que Victoria pusiese subir a la luna, mas de repente cuando Victoria coloco los dos pies en la luna, Agatha empezó recitar un hechizo: -“Por los sacros poderes de la antigüedad, invoca a los espíritus de aquí y de allá, llévense a la luna y a su fuerza de gravedad lejos de la tierra y del mar.”
Al terminar de expresar este sortilegio la luna empezó a elevarse sin control hasta el lugar que está ahora, y el lobo al percatarse de la extraña actividad de la luna, dudo un momento, y cuando reaccionó la luna ya está lejos de su alcance llevándose Victoria con ella.
Esto destrozo al nuestro valeroso lobo, que llegó con el alma rota al puerto, en un travesía que le pareció eterna, mas grande fue su sorpresa que justamente en la orilla del puerto estaba Agatha quien lo quería consolar en sus brazos, más nuestro lobo la rechazo en seco diciéndoles: -Te he dicho que mi corazón pertenece a Victoria, y ahora que la he perdido para siempre, prefiero no volver amar.
Estas palabras enfurecieron ciegamente a la malvada hechicera, que con toda la rabia conjuro un sortilegio diciendo:
-“Magia de bruja yo comienzo a convocar, hechizos malignos de animalus lycantrofus acudan a mi… como no quisiste mi amor maldito serás en cuatro patas con su faz temerosa para que nadie te quiera y con un apetito feroz que comerás mozuelas en lugar de amarlas y solo contemplaras a la luna…”
Al terminar de pronunciar este hechizo nuestro buen amigo el lobo, comenzó a transformarse en la forma que hoy todos conocemos, mas sin embargo una vez completamente transformado, el lobo dio un salto y le cayó encima a la bruja quien devoro de una sola mordida.
Desde entonces y hasta la fecha cada luna llena los lobos aúllan a la luna, recordando el dolor del padre lobo que recuerda por siempre a su amada victoria…
F I N
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